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La literatura infantil y juvenil en Puerto Rico

La literatura infantil y juvenil es un fascinante campo que va mucho más allá de simples cuentos o historias para entretener a los más jóvenes. Este género literario juega un papel crucial en el desarrollo cognitivo, emocional y social de niños y adolescentes, ofreciéndoles una ventana hacia mundos imaginarios, pero también enseñándoles sobre su propia realidad.

A través de la literatura, los jóvenes lectores aprenden a empatizar con los personajes, a enfrentar sus propios miedos y a resolver problemas, lo que contribuye significativamente a su crecimiento personal. La exploración de la identidad puertorriqueña y el orgullo cultural es un tema recurrente. Libros como Castor Ayala y la máscara ancestral de Mayra Santos Febres y Un coquí de Boriquén con los Reyes a Belén de Georgina Lázaro enfatizan la importancia de conocer y valorar las propias raíces.

Una característica interesante de la literatura infantil y juvenil es su capacidad para adaptarse y evolucionar con los cambios sociales y tecnológicos. Por ejemplo, temas como la inclusión, la diversidad y el respeto y la conservación del medio ambiente han ganado mayor presencia en las obras destinadas a este público en los últimos años. Las relaciones familiares y la vida en comunidad son temas centrales, destacando la importancia de los lazos familiares y la solidaridad en una isla impactada por huracanes, terremotos y una pandemia.

Además, el avance de la tecnología ha dado lugar a nuevos formatos y medios para contar historias, como los libros electrónicos interactivos y las aplicaciones de narrativa, que ofrecen experiencias inmersivas y participativas para los lectores jóvenes.

Otro aspecto fascinante es el papel que juegan los ilustradores en la literatura infantil y juvenil. Las ilustraciones no solo complementan el texto, sino que a menudo cuentan una historia por sí mismas, añadiendo una capa adicional de significado y estimulando la imaginación de los lectores.

La colaboración entre escritores e ilustradores es fundamental para crear obras que cautiven y hablen a los jóvenes lectores en múltiples niveles. En resumen, la literatura infantil y juvenil es un campo riquísimo y complejo que contribuye de manera significativa al desarrollo de los jóvenes y continúa evolucionando para abrazar y reflejar los cambios de nuestra sociedad.

En Puerto Rico contamos con escritores que cultivan la literatura infantil y juvenil como Tina Casanova, Mayra Santos Febres, Jenette Becerra, Brenda Ortiz Nevárez, Juan Antonio Ramos, Yarimar Marrero Rodríguez, Yolanda Arroyo Pizarro, Edgardo Sanabria Santaliz, Juan Carlos Quiñones, Georgina Lázaro, Esther Feliciano Mendoza, Wanda de Jesús, Sylma García, Ariel Santiago Bermúdez, José Rabelo, Julia Cristina Ortiz, José Borges, y una larga lista de nombres. No podemos obviar a la contadora de cuentos, escritora, dramaturga y titiritera Tere Marichal.

Además, este subgénero literario cuenta en Radio Universidad con el  programa radial Abrapalabra, conducido por José Rabelo y Emilio del Carril en el que entrevistan a autores y presentan libros tanto de autores puertorriqueños como de la diáspora.   No podemos dejar de mencionar y reconocer el esfuerzo de entidades, organizaciones y editoriales en la difícil tarea de la promoción de la lectura. La editorial SM en Puerto Rico, todos los veranos, organiza talleres gratuitos con el objetivo de forjar promotores de lectura. Este evento internacional, ya que participan recursos de España, Ecuador, Chile y otros países, tuvo de la participación de casi mil personas. Los certámenes literarios como el de Barco de vapor y el PEN Internacional de Puerto Rico en los que se premia y estimula la producción de literatura infantil y juvenil en la isla.

La literatura infantil y juvenil en Puerto Rico es un reflejo vibrante y multifacético de la cultura y las tradiciones de la isla. A través de cuentos llenos de magia, aventura y enseñanzas, los niños no solo desarrollan habilidades cognitivas y lingüísticas, sino que también aprenden sobre su identidad y valores fundamentales. Sin duda alguna, la literatura dirigida a niños y jóvenes pasa por un buen momento en Puerto Rico. La lectura ofrece una amplia gama de beneficios para los niños y jóvenes, desde el desarrollo cognitivo y académico hasta el crecimiento emocional y social. Al fomentar el amor por la lectura, no solo estamos proporcionando una herramienta esencial para el éxito académico, sino también un medio para el desarrollo integral y el bienestar emocional. La lectura es una puerta hacia el conocimiento, la empatía y la creatividad, y es fundamental que tanto padres como educadores promuevan esta actividad enriquecedora en la vida de los jóvenes.

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